El curso ha empezado bien.

¡Albricias!, aquí está la segunda colaboración al blog. La envía un compañero de la «Costa Tropical» que también anda cabreado (no tiene inconveniente en firmar la entrada). Un escrito que refleja la realidad de los centros andaluces.

No, el curso no ha empezado bien.

Eso es sólo una fórmula que utilizan nuestros dirigentes educativos todos los comienzos de curso para intentar justificar su labor y sus despachos. Pero el curso no ha empezado bien. De hecho cada año empieza peor, y lo que mal empieza mal suele acabar.

En mi instituto, sin ir más lejos, hemos comenzado sin dos profesoras (pero hemos comenzado – el 15, por supuesto – que, al parecer, es lo importante; qué más da si hay profesores de todas las asignaturas o no; ya vigilan los de guardia que los alumnos estén en sus clases y no sufran ningún accidente serio; ya aprenderán cuando lleguen a la Universidad, o cuando ellos quieran, que tampoco es psicológicamente aceptable presionarles para que estudien).

Una de las dos bajas viene desde el 21 de mayo (no mandaron sustituto aunque se sabía que la profesora, con varios cursos de bachillerato, no podría incorporarse) y no fueron pocas las tensiones que se originaron en el Centro quedando más de uno de nuestros superiores en evidencia ante el Claustro por sus lamentables actuaciones. Los alumnos perdieron un mes de clase el curso pasado y más de medio en este nuevo.

Profesor de guardia cabreado porque no mandan al sustituto de turno desde la Delegación de Educación de Granada o de otra cualquiera.

La otra baja es recurrente; siempre se produce a principio de curso y dura todo el año; los alumnos suelen perder un mes de clases cada curso “gracias al sistema de sustituciones”, especialmente lento, por no decir inexistente, en Granada. El pasado curso hubo otras cinco o seis bajas que, por supuesto, no se cubrieron. Y así en toda Andalucía. Luego no sabrán explicar por qué estamos a la cola de la Unión Europea en materia educativa.

¿Hablamos de la ratio? Hacía muchos años – creo que desde antes de la implantación de la LOGSE – que no teníamos grupos de 38 alumnos. Ese es el número de uno de los dos segundos de bachillerato; el otro tiene 35. ¿Alguien da más? Habrá quien desde un despacho, tras hacer cuentas, comunique a los periódicos que la ratio es de 15 alumnos por profesor. Que se lo digan a los de Lengua, Historia, Filosofía o Inglés. O a otros.

¿Hablamos de medios y recursos? Somos la leche. A los alumnos de primaria, un ordenador portátil. Libros gratuitos para todo el mundo. ¿O no? Eso es lo que estamos vendiendo al público en general. Pues estamos en octubre y mis alumnos de 3º de ESO siguen sin su libro de Inglés. ¿Para qué lo quieren si ya tienen profesor, pizarra y tiza? Peor están otros que no tienen profe.

Esto de la educación no va mejorando. De ahí los resultados. ¡Otra idea! Vamos a mejorarlos por Decreto. Los profesores que “mejoren los resultados de sus alumnos” y se adhieran al programa, cobrarán más. Y este aumento lo pagaremos no enviando sustitutos a los Centros que no se apunten y aumentando la ratio en los institutos que sean díscolos y no reconozcan las maravillas de los programas diseñados para mejorar la educación andaluza en su ¿tercera? modernización.

Ya saben, portátiles para todos. Libros gratis, no tan rápido. Profesores sustitutos, menos. De jubilarse antes de tiempo se van olvidando, ¿eh?

José Fajardo Augustín IES “Julio Rodríguez” Motril.