Antidepresivos para docentes decentes.
Antidepresivos.
Llevo un par de años con una fuerte depresión a causa de los problemas laborales. Durante este tiempo he probado diversos antidepresivos sin conseguir ninguna mejoría.
Pero por fin el médico me ha recetado un nuevo fármaco que me está ayudando mucho. Ahora empiezo a estar más relajado en el trabajo.
Desde que lo tomo parezco otra persona, estoy más tranquilo y no me altero por cualquier cosa, soy capaz de organizarme mejor, no tengo tanto trabajo atrasado y puedo salir a mi hora.
Incluso las relaciones con la familia se han normalizado, el medicamento en cuestión es:
También la hay de 1 GRAMO, pero si la tomas puede tener efectos secundarios (puedes enviar a todo el mundo a tomar por el culo…)
Y para los casos extremos, de crisis aguda, os recomiendo:
Este «vademecum» circula por internet. Su autoría es anónima, pero su igenio manifiesto.
Un consejo, no sobrepasen las dosis diarías recomendadas. Podrían terminar enganchados a estos medicamentos.
A modo de reflexión.
Sirva esta entrada para entretener el tiempo hasta que llegue este fin de semana y se desarrolle el infausto Congreso de la pantomima educativa.
Esta reflexión lleva unas semanas circulando por internet vía correo electrónico, a mi me ha llegado por varios compañeros, cosa que les agradezco, seguro que muchos ya tenéis conocimiento de la misma, pero siempre es bueno compartirlo con todo el mundo en un lugar público como este. Dice así:
Una buena reflexión para compartir.
Por favor, multiplicar. Gracias!.
Que tengan un lindo día…
«SI UN DOCTOR, UN ABOGADO O UN DENTISTA TUVIERA A TREINTA PERSONAS O MÁS EN SU OFICINA A LA VEZ, TODAS CON DIFERENTES NECESIDADES Y ALGUNAS QUE NO QUIEREN ESTAR ALLÍ Y EL DOCTOR, ABOGADO O DENTISTA, SIN AYUDA, TUVIERA QUE TRATARLOS A TODOS CON EXCELENCIA PROFESIONAL DURANTE DIEZ MESES, ENTONCES PODRÍAN TENER UNA IDEA DE LO QUE ES EL TRABAJO DEL DOCENTE EN EL AULA».
(Kathy A. Megyeri. «Chocolate Caliente para el Alma de los Maestros»)
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