La preovulación docente: esa gran desconocida.

Que no se me enfaden las féminas docentes, pero en estos tiempos tan modernos, donde la paridad, a veces con «paridas» incluidas, está tan en boca de todos y con un Ministerio de la Igualdad que vela por los derechos de la paridad…llegamos al caso en cuestión, la preovulación docente: ese sucedáneo de Ovulación (Evaluación) que tenemos tanto los «machos» como las «hembras» de nuestra especie docente.

Los síntomas, tras la convocatoria de los días, horas y cursos pinchada en el tablón de anuncios para conocimiento de tutores y profesores, son claros; desgana, apatía, «si hay que venir se viene pero venir «pa ná», «otra vez», «ya estamos como el año anterior», «pero esto para que sirve»…

cuando llega el día

la preovulación de los docentes, una vez al trimestre...

señalado cada uno intenta, y me incluyo por supuesto, preovular lo menos posible. Unos de manera abierta, otros con subterfugios y vericuetos, pero el sentir de todo claustro es el mismo…«¿y esto para qué sirve?»:primero, porque se hace con tan poco espacio de tiempo desde el inicio del curso que no hay información suficiente como para teorizar sobre el asunto; segundo, porque si se trata de recopilar información del curso en cuestión, bien podría hacerlo de manera individualizada cada profesor con el tutor, y luego el tutor transmitir toda la  información al equipo educativo; y tercero, porque son auténticas reuniones vacías sin contenido cuyo único propósito es tenernos entretenidos las tardes necesarias para que parezca que así trabajamos más y somos mejores profesores, eso cara a la administración, claro, que es la que nos impone estas preovulaciones terapéuticas.

Y digo yo, porque no nos negamos a realizar estas preovulaciones sinsentido. La desobediencia civil, que diría Gandhi. Si les soy sincero yo estoy en ello, pero claro, luego tendremos que justificar de manera legal esas ausencias laborales, porque de no ser así hasta podrían abrirnos un expediente y descontarnos el sueldo que corresponda…y hasta ahí podíamos llegar, oiga, que no está la crisis «pa» descuentos ni el horno ni los coches «pa» bollos.

Luego vendrá la Ovulación docente, pero eso son otros cantares y menesteres que llegarán en Diciembre, no adelantemos los ciclos docentes.

Que ustedes preovulen bien, por mí, como tutor, ya lo hizo otro…